El negocio inmobiliario sigue siendo foco de atención por su indiscutible protagonismo en la economía española. Cada vez quedan más lejos los años del boom, pero el peso de la construcción en el PIB no es desdeñable (4,7% en 2022), una cifra seis puntos inferior a la de 2006, cuando el ladrillo representaba el 10,8% de la riqueza nacional.

Después de un 2022 que será recordado como el año más dinámico en la historia del residencial español, con más de 650.000 transacciones y una subida de los precios del 7,4%, tanto 2023 como 2024 se prevén años de suave aterrizaje en lo que al ritmo de compras respecta. El sector acaba de despedir un ejercicio marcado por las subidas de los tipos y el encarecimiento de la financiación, lo que ha impactado en el número de compraventas y se ha sentido con mayor intensidad en el número de hipotecas.

Pese al descenso de operaciones, cercano al 10%, hay que recalcar que el dato está condicionado por las cifras récord de 2022', recuerda un experto del sector, quien añade: Estamos, por tanto, ante un leve ajuste, que nos llevará a niveles más habituales en el mercado y a los promedios del sector. Esperamos que la demanda continúe sólida en 2024 y las compraventas lleguen a alcanza un repunte del 5%'. SEGUNDA MANO En el mercado de segunda mano se espera que los precios se mantengan estables o incluso experimenten ligeras caídas en lugares con más producto disponible.